viernes, 26 de abril de 2013

Parte 1.

 Hay finales que se prevén, finales que llegan antes que los principios. Algunos empiezan con un chiste malo, un teléfono bien dado pero que por falta de confianza termina perdido entre la mugre de una papelera o con una ducha a base de refresco marrón. No, nadie ha dicho que la Pepsi sea buena para el pelo, pero cierta soc pareció creerlo así una vez. 

Muchos sabemos cómo empezó todo, ese primer encuentro en el Drive In, cuando Ponyboy y Johnny salvaron a Marcia de un lío y a Cherry de enamorarse. O eso parecía para la pelirroja... 

"Podría enamorarme de Dallas Winston. Espero no verle nunca más, o de veras que lo haré".


Allí quedó la cosa. ¿Entonces por qué estaba mirando al suelo durante el funeral de Dallas? ¿Por qué había acudido? ¿Por qué Marcia la acompañaba, apretando de cuando en cuando su brazo, mientras con el ceño fruncido dirigía miradas nerviosas al gracioso de los greasers? Nunca se sabe lo que se esconde detrás de las apariencias. 

***********

-¿Te ha costado mucho encontrar el lugar entre tanta mugre? -escuchó una voz irónica, fácil de entender a pesar de que el portador sujetase un cigarrillo entre los labios.

Allí estaba Dallas Winston, unos días antes del entierro, con una pinta de duro que igualaba su fama. Ese hood de los duros estaba esperándola, y no tenía pinta de que eso le gustase. 

-Winston, vengo solo para ayudar. No puedes reprocharme nada. -contestó Sherry Valance, más conocida como Cherry, de manera altiva. Nada podría intimidarla y, aunque lo hiciese, mostraría siempre esa actitud. 

La pelirroja llevaba acudiendo a informar a los greaser de los movimientos de sus amigos socs desde que Ponyboy y Johnny habían dejado el East Side por el asesinato de su ex novio Bob. Aún seguía sin poder creer que alguien tan pequeño y tan frágil como Johnny hubiese podido hacer tal cosa. Bien podía haber sido en defensa propia, pero un asesinato...

-Menos farfullar y más ayudar. -Se quejó Dally de mala manera. -¿Puedes utilizar esa boquita para algo más que para soltar palabras envenenadas?

La verdad es que el joven se estaba pasando. La pelirroja tomó aire, a sabiendas de que a cada palabra el greaser le gustaba más. Era incapaz de determinar qué tenía... Bueno, sí que lo sabía. Esa capacidad de liderar a la gente, al igual que Bob. Dallas no era un chico normal, a pesar de que tratase de ostentar esa imagen. Tras escuchar todo que la espía le decía, el chico tomó la palabra:

-¿Ves? Estás más guapa así, obediente. Y mira que es una pena que no suceda más a menudo. No te queda mal la chispa de furia en la mirada, pero en boca cerrada no entran moscas.

Y sin más, lanzó el cigarrillo ya consumido, dejándola con la boca abierta. 

-¿Qué dices? Tú... ¡No sé de qué vas! -la pobre soc había picado el anzuelo. -¡Solo quieres hacerme enfurecer! Ah, ya veo. -rodó los ojos y se calló, dando por concluida la conversación. -Que te vaya bien, tipo duro. 







*NOTA: En todos los fics veo como los escritores dicen cosas tipo "estos personajes no me pertenecen Blablabla". Pues eso, que no me pertenecen. Que la historia está basada en un libro llamado "Rebeldes", de Susan E. Hinton. Y que la he desarrollado de modo que siga la historia, sin cambiar nada. 
Y decir que si los personajes fuesen míos Dallas y Cherry habrían tenido algo. Una pequeña historia, romance, o amor platónico. Pero algo. 
También disculpar por mi manera de escribir. Sigo con la pereza de siempre. Y añadir que no lo he corregido. 








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ROL


Dallas y Cherry.




¡Increíble! Al fin se me ha ocurrido algo que escribir. Voy a empezar con un par de fanfics basados en el libro "Rebeldes", de Susan E.Hinton. Que, por cierto, os lo recomiendo fervientemente. Es uno de los mejores relatos que jamás he leído, aunque sea pequeño. "Las mejores cosas vienen en frascos pequeños". 

Bueno, os estaba contando que ya se me ha ocurrido qué escribir. Voy a narrar un Dallas + Cherry. Espero que no os disguste y, si os gusta, ¡mejor aún! 

Así he decidido buscar mi primer rol como Cherry. Bueno, eso de rol... No llega ni a rol. Ni siquiera tenía la cuenta creada. Una noche, aburridos, roleamos un Dallas y una Cherry, que por cierto el primero de estos los hace genial. Un Dallas muy bueno. 

El caso, he recuperado ese MINI rol, que no llegó a ser nada, pues la noche conduce a quedarse dormidos... ¡y aquí lo traigo! Me he limitado a pasarlo a pasado y he añadido pocas cosas, no quería modificar el rol original. ¡Disfrutadlo! O no...







La miró fijamente a los ojos. Medio sereno, medio divertido. Esbozó una sonrisa. Una sonrisa que en otra ocasión habría provocado que se fuera, asqueada, como aquella vez en el Cine de los Automóviles.

-Cherry Valance -sonrió, la expresión en su cara apenas varió un instante y se acercó dando un paso. Ella ladeó la cabeza con una expresión impasible en su cara. "Sonreiría, pero a él no. Sé que a él no debo..." se decía en sus pensamientos. 

-Dallas Winston -le respondió del mismo modo, asintiendo decidida. Su expresión era de puro reto, pero en su interior se libraba una batalla mayor. 

La luz del neón del Club Social lucía persistente, aunque parpadeaba a ratos. Dallas reparó en el extraño hecho de que una soc estuviese en un local de un greaser y, observándola, se rió.

-¿Qué hace una soc como tú en un local tan greaser como este?

-Yo... na-nada-. Tenía una excusa preparada pero esta se quedó seca, al igual que su boca. "Vamos, Sherry Valance, no te sonrojes ahora", se dijo a sí misma, encarándose al chico-. Pasaba por aquí y...

"¡Vaya, qué genial excusa!", se reprendía, todavía hablando consigo misma, "¿qué tiene ese soc?"

-¿Nada? Eso se puede cambiar-. El rostro del muchacho se endureció y, apretando la mandíbula, se acercó aún más a ella. Frente a frente, la abrazó con su brazo derecho por la cintura, acercándola más a él, con fuerza. Entonces sonrió socarrón, sin delicadeza:

-Estás un poco sonrojada o... ¿es el neón?-divertido, miró la lámpara color rosa. 

"Una soc interesante, al menos, para ser un soc". Ese pensamiento provocaba una sonrisa en su cara, esta vez sonora, que trató de ahogar para mantener a la chica en tensión. Se concentró en sus ojos, grandes y contemplativos, sobretodo, confusos y enfadados...

-¡No soy una de tus chicas!-Cherry le devolvió a la realidad con dureza, apretando la mandíbula realmente enfadada. Recordaba claramente la otra vez que él le había tratado de ese modo, en aquél Drive In. La luz del neón la deslumbraba, y sentía el cálido aliento del greaser tan cercano... Las manos de ella se aferraron a sus brazos, tratando de apartarlos. 

-¡Dallas Winston, suéltame ahora mismo o... !

-Me encanta cuando farfullas mi nombre-. El hood interrumpió la amenaza, que se evaporó en el aire. Sonriendo, la atrajo hacia sí. Su manera de gritarle le excitaba de mala manera. Malhumorado por su genio, aunque divertido por su reacción, se inclinó y la besó, para enfadarla, para probarla...

-Nadie ha dicho que lo seas, nena. No tienes por qué ponerte así-finalmente la soltó, sonriendo. 

-Maldito seas...-murmuró Cherry, colocándose bien la ropa, un brillo furioso asomaba en su mirada- ¿No hay nadie normal en este local?-Preguntó lentamente, sonriendo satisfecha mientras esperaba su reacción. 

-Tú misma lo has dicho,-la miró y soltó una desagradable carcajada, señalándola con el dedo índice- no hay nadie normal. ¿Acaso los greasers de aquí somos demasiado sucios y pobres para ti, Milady? -Sonrió con sorna, asqueado. Escupió al suelo, se quitó la camiseta y encendió un cigarrillo, mordiéndolo con los dientes en lugar de sujetarlo con los labios. Volvió a sonreír y sacudió la cabeza, mirando al suelo y a sus ojos, alternando. -Tampoco sabes tan bien como cuentan.